Longyearbyen, la ciudad más al norte del mundo

Ubicada en un archipiélago de soberanía noruega, a unos 1,300 km del Polo Norte, esta es la ciudad más septentrional de todo el planeta. Tiene a penas 2,400 habitantes, y hace mucho frío. Aquí las temperaturas máximas rondan los 16°C y las mínimas pueden llegar a los -50°C durante la noche polar. Es un clima extremo, ya que, desde de octubre hasta febrero, el sol se oculta totalmente. Por lo que si buscas un ambiente cálido, este no es el lugar.

Longyearbyen, tiene un área de 242 kilómetros cuadrados, la vida acá es muy tranquila, nada es bello ni trascendente, es sencillamente útil. Su población es joven, pues sus edades oscilan entre los 25 a los 44 años y no hay ancianos. Nadie muere en esta ciudad, ser viejo es mal visto y además está prohibido morirse directamente ahí. Existe un veto que data de inicios del siglo XX, que las personas mayores o con enfermedades mortales sean trasladadas fuera de la península.

Desde 1950 no hay rastros de cementerios o unidades de cuidado paliativo, tampoco existen rampas para ancianos o discapacitados, si alguien fallece de imprevisto, su cadáver es trasladado vía área, lejos la zona. El motivo es que durante un tiempo muchas personas llegaban a morir ahí, las capas de hielo les conservaban en perfecto estado, pues creían que podrían ser resucitados en algún momento, el día que la ciencia descubriera el botón de la inmortalidad.

Vivir al extremo

¿Qué hace tan atractivo este lugar? Si te gustan los climas extremos, entonces no lo pienses más y ve a buscar una oportunidad. Acá los empleos son muy bien remunerados, sobre todo si trabajas en la minería, ya que puedes obtener un ingreso de 4,000 a 5,000 euros al mes. También podrías trabajar en el área de servicios, turismo o en la investigación del medio ambiente. Al gobierno le interesa tener habitada esta zona y es por eso que los noruegos reciben 20,000 euros por instalarse ahí.

Es una zona donde hay más osos (3,000) que personas (2,400), la ley exige que cualquier ciudadano que se aleje de los núcleos de la población, debe llevar un rifle. El 60% de la superficie está cubierta de hielo, la vida no es fácil, no crecen árboles y tampoco se puede cultivar nada, la madera es un artículo de lujo. Todo esto se ve compensado por las ayudas sociales y la ausencia de impuestos, especialmente con el alcohol, el cual se vende sin restricciones y corre libremente.

¿Qué más hay aquí?

A pesar de ser una ciudad muy pequeña, en Longyearbyen, puedes encontrar: hoteles, iglesias, escuelas, bares, una concesionaria de vehículos, un hospital, un periódico y diversos restaurantes. Aquí la oferta gastronómica es muy variada, desde china, italiana y tailandesa. Es incluso mucho más fácil encontrar un plato de curry tailandés, que un filete de trucha a la plancha. Esto debido a que muchos tailandeses se han asentado en esta región en los últimos años.

Finalmente, podemos encontrar «El semillero del fin del mundo» o el «Arca de Noé Vegetal«. Esta es una cámara acorazada a prueba de bombas o terremotos. El Banco Global de Semillas, el cual alberga unos cien millones de simientes de plantas alimenticias, que se guardan a 120 metros bajo la superficie y con temperaturas -18° C. En caso de apocalipsis, guerra o cataclismo natural, la comida no haría falta nunca, ya que el arca daría al planeta la oportunidad de reconstruirse.


— Posted on mayo 26, 2023 at 10:18 pm by

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