Viviendo en las montañas
Situada en el Valle de las Hamacas, la ciudad de San Salvador, crece desde hace un tiempo a un ritmo acelerado. La capital ha llegado a extenderse tanto que la construcción ha excedido los límites geográficos de su territorio, uniéndose con los municipios aledaños y dando paso a crear la zona denominada como el Área Metropolitana de San Salvador.
Delimitada geográficamente por cordilleras, cerros y volcanes, la Ciudad se ha visto en la necesidad de crecer sobre estas montañas. Un caso muy particular, es el volcán de San Salvador, en el que se observa como la industria turística, está cada vez más cerca de la cima. Donde antes solo había antenas de transmisión de radio y TV, hoy en día sobran los hoteles, restaurantes y otros negocios relacionados.
Un poco más abajo, el desarrollo de vivienda tradicional o en altura es la apuesta. Aunque existen leyes de ordenamiento territorial, cabe preguntarse ¿Cómo es posible que se pueda construir en las laderas de un volcán? Este coloso aún está clasificado como activo, y no porque su última erupción haya sido en 1917, significa que su actividad volcánica ha cesado totalmente, ya que se le mantiene bajo vigilancia.
De acuerdo con el Esquema Director del AMSS, existen zonas donde se debe restringir la construcción y que están catalogadas como áreas de mitigación. Según estudios técnicos, no es la altura la que determina si puede edificar o no, sino el hecho que sean áreas con una gran biodiversidad o de captación de recursos hídricos.
El boquerón
Las laderas del Quezaltepeque, están llenas de vivienda. Esta es una tierra rica en nutrientes y hasta hace unos 20 años, era una zona exclusiva para el cultivo del café. Por su posición privilegiada, en la actualidad goza de gran plusvalía, ya que el valor del metro cuadrado de suelo ronda los $ 150.00, lo que nos deja en claro que podemos encontrar propiedades arriba de los $ 200,000.00
El caso del cantón El Carmen, al poniente de la ciudad, es uno de los ejemplos más claros. Desde hace tiempo esta área rural, fue absorbida por el crecimiento de la capital. A simple vista se observa el potencial de desarrollo urbanístico que mantiene. De acuerdo con Google Maps existen muchas excavaciones que claramente demuestran su expansión.
Aunque el cantón incluye una considerable área de mitigación, el desarrollo aquí, tendría que estar mucho más limitado. Por su cercanía con el boquerón, siempre se corre el peligro de una posible erupción y otros riegos como incendios y deslaves. Entre estos últimos podemos incluir el sucedido en la colonia Montebello en 1982 y los causados por la tormenta Amanda en 2020 en el municipio de Quezaltepeque y otras zonas cercanas.
De acuerdo con la Ley de Ordenamiento y Desarrollo Territorial del AMSS, construir aquí tiene ciertas restricciones. Según el Esquema Director solo se puede edificar en el 10% de una propiedad, el resto debe quedar como zona permeable. Esto previendo los daños causados por la poca infiltración de agua en los suelos y que causan grandes inundaciones, casi todos los años, en el barrio Santa Anita.
El camino
San Salvador seguirá creciendo, pese a que la intención de las autoridades sea concentrar la ciudad, esta seguirá expandiéndose. Tocará aprender de las lecciones del pasado y tomar como referencia todas las situaciones para prevenir desastres en el futuro. Por ahora tendremos que adaptarnos y buscar la manera de no perjudicar más al medio ambiente y por supuesto a los habitantes de esta gran ciudad que es nuestro hogar.
— Posted on julio 12, 2023 at 10:54 pm by Roberto Castro