Reto a las nuevas municipalidades (*)
Las últimas gestiones municipales en El Salvador se han caracterizado por las promesas de campaña. Ideas como un metro, un metrobús o la renovación de un parque son solo algunas de esas campañas que se han convertido en el sueño colectivo que en algún momento lleva al poder a los autores políticos. Pero ¿qué es lo que en realidad hace que estas promesas se conviertan en sueños colectivos?
Más allá de una obra pública de ciertas características estéticas, estas ideas de campaña llevan en su interior una posibilidad de bienestar social tremenda para la población pues se encuentra en ellas la capacidad de convivir. La arquitectura precolombina contiene precisamente en su concepto esa noción de convivencia a través de la integración de las masas urbanas con el paisaje natural, este concepto de diseño puede visualizarse en los sitios: Tazumal, San Andrés y Joya de Cerén, en las distintas escalas encontradas hasta el momento. La disposición de los componentes arquitectónicos precolombinos tiene su importancia ya que marcaría profundamente la cultura que se desarrollaría posteriormente en El Salvador, a sabiendas de que los indígenas lograron aprovechar las condiciones ambientales para beneficio de los habitantes, el diálogo que existe entre sujeto y entorno inmediato es una característica continua en la cultura salvadoreña que, pese a los intereses contemporáneos de eliminarlo de alguna manera, se ha mantenido en distintas manifestaciones sociales que desde luego, con el tiempo, se han convertido en programas y conceptos de diseño arquitectónico. En el mejor de los casos se han convertido en espacios de convivencia ciudadana.
Luego del descuido urbano por parte del Estado hacia San Salvador, fenómeno que desde los 80 ha propiciado una ciudad avergonzada, con excepción del alcalde Héctor Silva, muy poco o nada se ha hecho por promover la convivencia e integración de los actores de la ciudad. Existen iniciativas en ciudades como Antiguo Cuscatlán, Santa Tecla y Nuevo Cuscatlán, por mencionar las más importantes, pero ninguno de ellos ha alcanzado profundidad en el impacto social de la población. El reto de las nuevas municipalidades no es una cuestión únicamente estética sino que requiere de concebir la gestión urbana con la profundidad que emana de sus mismos actores sociales, de ese modo, las respuestas espaciales visibles serán una verdadera respuesta a la realidad.
(*) Esta nota es un resumen del artículo “Reto a las nuevas municipalidades” escrito por Rafael Tobar y publicado en el extinto blog xpressate.net el 10/03/14.
— Posted on marzo 10, 2015 at 9:29 pm by Rafael Tobar
— arquitectura, Ciudad, Espacio público, urbanismo