¿Quién fue Zaha Hadid?
La pérdida de la vida, en el más amplio sentido, siempre será triste. Ayer 31 de marzo de 2016, en Miami, a causa de un ataque al corazón, murió a los 65 años Zaha Hadid, una arquitecta angloiraquí con más de 950 obras diseminadas por el mundo, que la llevaron a ser la primera mujer que ganó el Premio Pritzker en 2004 (algo así como los «Oscar de la arquitectura»). Sus edificios, caracterizados por el manejo de la línea curva libre con abruptas terminaciones, han sido literalmente una «punta de lanza» en el lenguaje arquitectónico contemporáneo y, desde luego, han sido objeto de los más grandes elogios así como de críticas muy severas, principalmente en torno al tema de costo por metro cuadrado.
Pero Zaha Hadid también fue criticada por la exigencia con la que llevaba adelante sus proyectos, tras aceptarlo en una oportunidad explicó: «La combinación entre una mujer inmigrante, árabe, autosuficiente y que hacía cosas raras no me facilitó nada las cosas». Su carácter, según el diario El País (2015), fue moldeado por su historia personal. Estudió en un colegio de monjas donde la madre superiora le hizo entender el concepto de «disciplina», sus padres únicamente querían que ella fuera una profesional así que a partir de los once años visualizó su habilidad para el dibujo, la cual, años más tarde, al combinar sus estudios de matemática (AUB) con arquitectura (AA School of Architecture), se convertirían en ese peculiar lenguaje lleno de libertad y que los analistas asocian con un deseo de romper lo establecido.
Mohammed Hadid fue un político líder del partido democrático-progresista en Irak y también fue padre de Zaha. El Irak de ese tiempo era muy distinto al que se conoce actualmente y para esta arquitecta no había razón por la cual no se debía ser ambicioso, ella insistía: «En la sociedad en la que vivimos, con el boyante nivel financiero que existe, nadie debería pasar necesidades». Este pensamiento aunado al peculiar lenguaje arquitectónico de su obra y a sus críticas recibidas, hicieron que el mundo volcara los ojos hacia ella en sus últimos 22 años de vida (22/65). La realidad de Zaha Hadid es que, a penas dos años después de recibirse como arquitecta (1979) decidió fundar su despacho en Londres destacándose más por su trabajo teórico-conceptual, tuvo que esperar catorce años para que alguien invirtiera en la construcción de una de sus vanguardistas ideas de arquitectura: la estación de bomberos Vitra, en Weil am Rhein, Alemania, en 1993.
Curiosamente, tres años antes de ver construida esta obra arquitectónica, Zaha Hadid despertó las primeras polémicas en la arquitectura interior, muestra de ello es el restaurante Moon Soon en Sapporo, Japón (1990). Catalina Slessor comenta en The Architectural Review (2011) que el enfoque de diseño de Hadid tiene fuertes resonancias con la cultura japonesa contemporánea, en donde cualquier expresión eufórica puede resultar sancionada, no así cuando se cumple con cierto conjunto general de reglas. Ese tino con el que Zaha Hadid rompió lo establecido dentro de lo que el contexto consideró permitido fue quizá lo más difícil en el ejercicio profesional de esta arquitecta.
La fama obtenida por Hadid, en sus últimos años, hizo que su despacho creciera y diversificara su trabajo. En la actualidad Zaha Hadid Architects tiene una planilla de 400 empleados, entre arquitectos, diseñadores y administrativos; el uso de la matemática analítica en el proceso de diseño ha trascendido del diseño arquitectónico y de interiores hacia otras escalas como el diseño de zapatos para las marcas: Adidas, Lacoste y la brasileña Melissa; diseño de mobiliario para las empresas: Citco y Established & Sons; objetos para el hogar, luminarias, joyería y diversas instalaciones artísticas y escenográficas.
Para aquellos arquitectos que ejercemos en la actualidad, en donde la tecnología, la información y la comunicación forman parte integral de la arquitectura, Zaha Hadid representa un modelo, no en cuanto a su lenguaje sino al rigor con el que ha roto paradigmas mediante la creación de nuevos conceptos espaciales. Los proyectos de Hadid, según el despacho, se encuentran en su mayoría en Europa, Asia y América del Norte, en países donde la realidad mercadológica y económica ha dotado de las condiciones para que se desarrollasen estas formas libres y tecnológicamente complejas en su construcción, lo que sí es cierto es que esta arquitecta supo equilibrar sus conocimientos artísticos y matemáticos para crear una arquitectura que tardó casi quince años en volverse objeto transformador de nuestro mundo. Con los años es posible que, si la vida de Zaha hubiese continuado, más de alguna oportunidad hubiera aparecido en Latinoamérica, en donde el tema de costo por metro cuadrado es aún más sensible. Habría sido interesante ver la creación de Zaha Hadid ante esta realidad, por hoy su legado marcará la formación académica de los futuros arquitectos y posiblemente guíe a la misma arquitectura global.
Hasta siempre Zaha Hadid.
Enlaces externos:
- 1991 November: ‘Post-Suprematist Visions’ – The Early Works of Zaha Hadid (The Architectural Review, 2011)
- La arquitecta más polémica (El País, 2015)
- Mesa Aqua en Established & Sons
- Luminaria Genesy en Artemide
- Sitio oficial de Zaha Hadid Architects
— Posted on abril 2, 2016 at 12:31 am by Rafael Tobar
— arquitectura, interiorismo, moda
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