La Torre Eiffel no puede más con su vida
Con una altura de 324 metros y un peso aproximado de 7,300 toneladas, el ícono de la ciudad parisina y uno de los monumentos más reconocidos en el mundo, la Torre Eiffel, parece estar llegando al final de sus días.
Construida hace 133 años, esta estructura de metal está envejeciendo con el paso del tiempo, el óxido, la suciedad de los pájaros y la contaminación ambiental de una gran ciudad. De acuerdo a documentos filtrados por la revista francesa Marianne, la torre tiene serios daños que urgen una reparación completa y no simples arreglos cosméticos, pues el óxido se está comiendo el metal, tal como lo hacen las termitas con la madera.
Según varios informes de 2010, se ha recomendado a la empresa Sete, propiedad del ayuntamiento y encargada de gestionar y supervisar el mantenimiento de la torre, realizar reparaciones profundas y especiales para una estructura de metal envejecida. Debe ir más allá de solo aplicar capas de pintura. Porque como denunció un especialista “angustiado» es una «herejía» el hecho de aplicar «una simple mano de pintura con una brocha sobre las capas existentes, que se están desconchando». «No se adhiere», ha añadido.
La Torre y su historia
Diseñada por Alexandre Gustave Eiffel, para la Exposición Universal de París, la torre se terminó de construir en 1889, se pensaba tendría una duración de 20 años, después de ese tiempo, se desmantelaría, pero finalmente se decidió mantenerla, ahora es el monumento más reconocido de Francia. Construida con hierro fundido, inventado en Gran Bretaña durante la revolución industrial, a través de un minucioso proceso que forjaba el hierro más puro y de alta calidad, material cuya longevidad es casi eterna, si se pinta con cierta regularidad.
La importancia de la pintura en una estructura de metal, es básica para combatir la oxidación, según el mismo Eiffel. Desde su construcción la torre ha sido pintada 19 veces, es decir una vez cada 7 años. Su color se degrada intencionalmente de más oscuro a más claro para acentuar su punto de fuga. Desde 1968 luce “el marrón Torre Eiffel” parecido al bronce, un color especialmente diseñado para ella y de uso exclusivo. Se degrada en 3 tonalidades, de más clara en la cima a más oscura en la base, para garantizar una percepción uniforme del color, sobre el cielo de París, que otorgan al monumento su aspecto esbelto en el cielo.
Historia de los colores de la Torre
- 1887/88: Pintura «rojo Venecia», aplicada en el taller antes del montaje de los elementos.
- 1889: Aplicación de una capa muy espesa «marrón rojizo».
- 1892: La torre se vuelve «marrón ocre».
- 1899: Aplicación de 5 colores degradados del amarillo anaranjado en la base hasta el amarillo claro en la cima. A partir de esta campaña se establece el ciclo de 7 años para la renovación de la pintura.
- 1907-1917-1924-1932-1939-1947: El color se llama «amarillo-marrón». La campaña de 1917 experimentó un retraso debido a la guerra.
- 1954-61: Nuevo color para la Torre Eiffel que se volvió «rojo amarronado»
- Desde 1968: Se elige el color «marrón Torre Eiffel» por su armonía con el paisaje parisino. Se degrada en tres tonos, del más oscuro abajo al más claro arriba.
Cierre de la Torre
Aunque no es probable que se cierre, es necesaria una restauración a gran escala, cerrarla implica perder alrededor de 52 millones de euros que provienen de ingresos turísticos y que fueron los que se perdieron durante el año del Covid. Pero a falta de un compromiso serio estaríamos a las puertas de un desenlace desastroso. Una estructura que fue construida para durar 20 años, ahora con 133, requiere una reparación más completa.
La vigésima campaña para pintar la Torre está en camino, hacia los Juegos Olímpicos de 2024 en París, con un costo de 60 millones de euros, esta sería no solo la más cara, sino la más ineficiente, de no actuar con responsabilidad; porque después de todo, ¿Qué sería de París sin su imponente Torre en Champs de Mars?
— Posted on diciembre 20, 2022 at 8:38 pm by Roberto Castro
— arquitectura, Ciudad, Espacio público, historia, urbanismo