Individualismo de El Carmen
En 2012, el Ministerio de Turismo de El Salvador declaró como «Centro Turístico de Interés Nacional» a la zona denominada como Paseo El Carmen, en la ciudad de Santa Tecla; dicha zona se intervino en 2008 como parte de las acciones municipales, llevadas a cabo en cooperación con la empresa privada y la ciudadanía local, y consiste en una zona semipeatonal que abarca desde el Palacio Municipal Tecleño hasta el centro deportivo El Cafetalón; y adonde se ubican una serie de restaurantes, hospedajes y ventas de artesanías, entre otros. En términos de diseño urbano la intervención consiste en: ampliación de aceras, sustitución de cableado aéreo por subterráneo e instalación de mobiliario urbano. Las obras generan un atractivo general que provoca un flujo de ciudadanos, por lo que el proyecto representa una oportunidad para cambiar los usos en las edificaciones adyacentes y por ende intervenirlos como obras de arquitectura de interiores.
Santa Tecla fue fundada en 1854 como Nueva Ciudad de San Salvador, (del Estado, G. D. G. S. del Salvador en la República de Centro-América San Salvador, 1855) a raíz de un fuerte terremoto, se propuso trasladar la capital a la zona conocida como «El llano de Santa tecla» dadas sus condiciones topográficas, clima agradable y suelos fértiles, pero la intención duró a penas cinco años pues, en 1859, el gobierno decidió que la capital permaneciera en la ubicación actual. Para 1855, en Nueva San Salvador, ya se encontraban construidos varios edificios y viviendas que, al observar el año de construcción, podrían definirse como parte de la arquitectura republicana, pero no es sino hasta la consolidación del nuevo Estado laico y liberal, en 1880, que se habla de una nueva arquitectura en el País, por lo que el Centro Histórico de Santa Tecla mantiene por lo general un predominante lenguaje historicista que recuerda la arquitectura colonial como el Palacio Municipal Tecleño o la iglesia El Carmen y, probablemente, al no continuar con el crecimiento de la ciudad como la «nueva capital», quedaron terrenos que fueron ocupados más tarde por construcciones con un carácter más modernista. Esta es la arquitectura que encontramos hoy en Paseo El Carmen.
Un proyecto de renovación urbana, necesariamente se completa mediante las intervenciones arquitectónicas privadas, a esto se le conoce como «gestión urbana», pero el caso de Paseo El Carmen es una luz de alarma pues la arquitectura que se está generando, de manera espontánea, es un verdadero atropello a la historia de Santa Tecla, más allá de la superficialidad de los estilos arquitectónicos, se trata de una acción que oculta el verdadero carácter de la Ciudad y por lo tanto el patrimonio de los ciudadanos tecleños, en otras palabras, se está ocultando la raíz de su propia identidad. Basta con caminar una noche sobre este Paseo para valorar con preocupación el tratamiento que se está realizando en las antiguas viviendas de lenguaje historicista en donde la publicidad y el comercio domina la composición o bien las soluciones a problemas de funcionamiento son egoístas ante el conjunto urbano en general. ¿qué podemos esperar de la ciudadanía si promovemos tanto individualismo en el espacio público?
Paseo El Carmen es un proyecto exitoso, sin duda alguna, pero es pequeño, de continuar con desarrollos de este tipo es necesario que existan ordenanzas o políticas municipales que establezcan con claridad como intervenir las edificaciones sin dañar, ocultar o destruir aquel valor histórico que nos comunican en el presente, hay que recordar que esto genera cultura e identidad en los pueblos y en última instancia es lo que enriquece y hace crecer a un país.
— Posted on septiembre 13, 2014 at 8:39 pm by Rafael Tobar
— arquitectura, historia, interiorismo, urbanismo