Historia de la hostelería
Con más de 4 mil años, esta disciplina data desde la Antigua Grecia. Proliferó durante el Imperio romano y ha brindado desde entonces, los mismos servicios. Ahora es toda una industria que ha evolucionado hacia el lujo y el confort para gustos muy exigentes. Con hoteles capaces de complacer a sus huéspedes hasta con el más mínimo capricho.
En sus inicios fueron instalaciones creadas para recibir invitados. A medida que el comercio fue creciendo, surgieron más establecimientos que se dedicaban a alojar viajeros. Se trataba en su mayoría de comerciantes que viajaban grandes distancias. Eran establecimientos pequeños y sucios, pero brindaban alojamiento y comida para estos hombres de negocios.
Durante el Imperio romano, estos negocios fueron creciendo y mejorando. A medida que Roma extendía su poder, influencia y riqueza por toda Europa, establecimientos como: tabernas, establos y posadas se instalaron a la orilla de los caminos que el mismo reino construía. En aquella época como ahora habían hoteles de mayor o menor calidad.
Después de la caía del Imperio, muchos monasterios fueron adaptados para dar alojamiento. Sobre todo a los viajeros que hacían la ruta de la peregrinación durante la difusión del cristianismo en Occidente. Pese a todo la gente prefería hospedarse en posadas, pues eran más accesibles a pesar que se tenían que compartir las habitaciones.
Desde entonces y hasta nuestros días, la hostelería ha cambiado mucho. Se siguen ofreciendo los mismos servicios: hospedaje y comida. Pero haremos notar que esta industria ha integrado el entretenimiento, con mejores espacios, más comodidades y más servicios para satisfacer las exigencias de sus huéspedes. Porque ya no se trata solo de dar alojamiento.
Los Hoteles más singulares
Caesars Palace en Las Vegas. Es hotel y casino nombrado en honor al emperador Julio Cesar. Ofrece además entretenimiento nocturno, con un amplio teatro para conciertos y otros espectáculos. Posee un enorme casino donde fácilmente los apostadores pueden perder fortunas en minutos. Además es muy popular dentro del mundo del cine por sus múltiples apariciones en películas.
El Icehotel en Suecia. Este hotel se construye todos los años pues está hecho totalmente de nieve y hielo. Acá puedes dormir en sacos térmicos y experimentar temperaturas abajo de menos 5 grados. Sus habitaciones son esculpidas a mano por artesanos internacionales. Sus muebles y todo se derrite después del invierno. Una noche acá te puede costar unos 200 dólares.
Burj Al Arab, en Dubái. Ubicado en una Isla artificial y a 280 metros de la playa. Es el hotel más lujoso del mundo y el único que cuenta con 7 estrellas. Una noche acá te puede costar unos 28 mil dólares. Tiene un restaurante submarino y uno panorámico a 200 metros sobre el nivel del mar. Además tiene una cancha de tenis que sirve como helipuerto.
Four Season, en Nueva York. El hotel más caro del mundo, una noche acá te puede costar unos 46,500 mil dólares. Ubicado en el Centro de Manhattan. Las habitaciones cuentan con piezas hechas exclusivamente para ellas. Además vistas a 360 grados, pianos, jacuzy, baños cubiertos de mármol, un mayordomo personal 24 horas, etc. El hotel posee también spa, gimnasio y restaurantes con chef de renombre.
Luna Salada, en Bolivia. Hecho totalmente de sal, techos, muebles, paredes, pisos y todo. Este hotel está ubicado en el Salar de Uyuni al sureste de Bolivia. Por supuesto cuenta con todas las comodidades de un hotel de primera, con vistas al desierto, montañas y lago. Una noche acá te puede salir en 170 dólares.
Nishiyama Onsen Keiunkan. El hotel más antiguo del mundo en Japón. Data del año 705 y ha estado administrado por la misma familia durante 52 generaciones. Ubicado en una zona montañosa y alejado del ruido de las grandes ciudades. Este hotel cuenta con 37 habitaciones, algunas de ellas tienen bañeras al aire libre para hidromasaje y vistas al monte Fuji. En 1997 se le aplicó una renovación para brindar un mejor servicio a sus huéspedes, conservando gran parte de su arquitectura original.
— Posted on marzo 1, 2023 at 11:26 pm by Roberto Castro
— arquitectura, Ciudad, Comercio, historia, interiorismo