Dresde, la Florencia del Elba
Situada en el corazón de Europa Central a orillas del río Elba, Dresde es la capital del estado de Sajonia. Ampliamente reconocida por su belleza, su arquitectura barroca y mediterránea, así como por su ubicación pintoresca y clima agradable. Sus primeros asentamientos datan del período Neolítico. Ya a partir del año 1206 es mencionada como Dresde y desde finales del siglo XV fue residencia del soberano de Sajonia.
Desde que albergó a los soberanos sajones, príncipes electorales desde el año 1547, comenzó a consolidarse como foco cultural y artístico de primer orden. Este prestigio lo mantuvo durante siglos hasta ganarse el el sobrenombre de Florencia del Elba. Sin embargo esa notoriedad y situación estrategia a menudo provocaron que Dresde fuera afectada por grandes conflicto bélicos. El mayor de todos fue durante el siglo XX.
El desastre de la guerra
La historia de Dresde está marcada por la tragedia. Desde los asedios de Prusia, las guerras con Francia y los numerosos incendios que la han asolado, hasta los eventos sucedidos a inicios de 1945 a finales de la Segunda Guerra Mundial. Entre el 13 al 15 de febrero los aviones aliados dejaron caer miles de toneladas de bombas que prácticamente la destruyeron en su totalidad. Alemania estaba casi vencida, pero aún se mantenía en combate.
La capitulación aún no estaba escrita y mientras tanto las potencias aliadas comandadas por la RAF británica y apoyadas por las Fuerzas Áreas de Estados Unidos decidieron atacarla. Más de mil aviones lanzaron unas de 4 mil toneladas de bombas. El ataque acabó con el centro histórico y lo redujo a escombro, cobrando la vida de más de 25 mil personas. En un principio Alemania dijo que habrían sido unas 200 mil. La cifra de fallecidos aun es incierta pero sin duda se perdieron muchas vidas.
Los ataques iniciaron cerca de las 10:30 de la noche, en poco menos de 20 minutos tres cuartas partes de la ciudad ardían en llamas. Se perdieron muchos monumentos históricos e irremplazables, iglesias y palacios barrocos. El 70% de las fabricas, el 50% de las viviendas y el 23% de los edificios industriales también fueron destruidos. El servicio eléctrico, de agua y gas fueron interrumpidos inmediatamente y la ciudad quedó a oscuras.
La polémica surgió inmediatamente debido a que se consideró un ataque innecesario. Alemania estaba casi derrotada y militarmente Dresde no representaba un objetivo ya que se consideraba una ciudad cultural. Muchos historiadores pusieren en duda los objetivos de los ataques por considerarlos un instrumento de terror. El historiador militar Alexander Mc Kee concluyó que las fabricas militares ni siquiera fueron alcanzadas a excepción de una o dos y por accidente.
Después de la guerra
Concluida la guerra y con la división de Alemania, Dresde formó parte de la República Democrática Alemana hasta la reunificación de ambas. Su reconstrucción comenzó durante el período comunista y continúo después de la caída del Muro de Berlín. Con la llegada de las subvenciones europeas se terminó de restaurar y renacía así de entre las cenizas su antiguo esplendor y belleza como ya lo había hecho antes.
Hofkirche o Catedral de la Santísima Trinidad
Esta iglesia data del siglo XVIII. Desde 1980 es la catedral de la diócesis de Dresde – Meissen. El interior destaca por su pulpito rococó y sus frescos en el techo.
Plaza de Neumarkt
Entre sus edificios barrocos se alza la Frauenkirche o iglesia de Nuestra Señora, ejemplo sobresaliente de la arquitectura sagrada protestante.
Ópera Semper
Es un lugar mítico, en ella se estrenaron grandes óperas alemanas de compositores como Richard Wagner y Richard Strauss. Victima de los ataques de 1945 fue reconstruida minuciosamente en 1986.
Historia de los azulejos
El mural «El desfile de los príncipes» (Fürstenzug) narra con 24.000 azulejos la historia de Dresde. Se localiza al este de la Plaza del Palacio.
Palacio Zwinger
Ricamente esculpido y coronado por un reloj, el Pabellón Rampart es uno de los edificios de este recinto palaciego.
Palacio Zwinger
Vista interna con sus decoraciones de oro.
Pasaje Kunsthof
El llamado Patio de los Elementos cuenta con edificios curiosos como este decorado con tubos y embudos en su fachada. Cuando llueve el agua que recogen produce sonidos.
— Posted on abril 20, 2023 at 12:13 am by Roberto Castro
— arquitectura, Ciudad, historia