Arquitectura corporativa (parte 2)

Nos preguntábamos si al no haber un elaborado tratamiento interior, ¿un edificio carecía de significado?, ¿qué comunican estos edificios?, existen momentos en que la arquitectura transmite al público un mensaje claro, aunque su interior no tenga un tratamiento elaborado, sin embargo, la carencia de experiencias sensoriales en el diario vivir de su espacio interno, deja la labor comunicativa exclusivamente al edificio mismo, existen casos como Torre Futura (Kmd, 2010), en donde la silueta del edificio es en si misma el significado y el significante de la corporación y por lo tanto es utilizada de principio a fin en su identidad corporativa, desde luego este caso se justifica debido a que en un principio se trata de un edificio vacío interiormente, un «contenedor» de diferentes corporaciones. La estrategia de comunicación corporativa radica en el edificio mismo.

El problema de la arquitectura es su carácter concluyente, el término de una obra de construcción marca el inicio de la operación de un proyecto de inversión y se transforma en un «edificio-signo», sin embargo esto limita en el tiempo a la dinamicidad de la comunicación corporativa, aquí es donde la arquitectura hace uso de «subsignos» que complementan el edificio: la señalética, la iluminación, el «visual merchandising», la decoración, entre otros, se conjugan en un tratamiento del espacio interior que posibilita la comunicación de manera dinámica y adaptativa al momento histórico de una corporación. La arquitectura de interiores se vuelve entonces una disciplina importante en el desarrollo de la capacidad comunicativa del espacio arquitectónico, el poder comunicativo reside precisamente en la posibilidad de evocar sensaciones ambientales en respuesta a un contexto social determinado, más allá del pleno uso o goce de un producto o servicio. Un ejemplo muy ilustrativo son las franquicias de comida rápida o supermercados, las cuales basan gran parte de su éxito en el reconocimiento inmediato del establecimiento en lugares diferentes, en este caso, este se transforma en un espacio que elimina la incertidumbre ante la sensación de lo ya vivido, afianzando la marca en la mente del cliente.

Los grandes centros comerciales en el Área Metropolitana de San Salvador, en su mayoría construidos en la década 2000 y bajo la premisa del «carácter de ciudad», apelan a la inseguridad actual volviéndose alternativas a la vida ciudadana, por lo que su arquitectura se basa en el eclecticismo de la arquitectura interior de cada marca que, en la particularidad de su espacio, ofrece productos y servicios.

En conclusión, es básico cuestionar la arquitectura al momento de idear un edificio corporativo, pues esa será la carta de presentación inicial de una organización y, por lo tanto, debe tenerse claro cuál es el «mensaje fundamental» que este debe brindar a su público, su significante; posteriormente el espacio interior esencial deberá ser trabajado en función de la estructura de la organización en consonancia con los mensajes específicos y cambiantes que el público debe recibir, el significado de la corporación se transmitirá a través de la experiencia sensorial del espacio interior y sus variaciones dependerán precisamente del contenido de cada mensaje específico, su tipo de emisor así como sus diferentes receptores.

El inicio de esta nota en su primera parte, clic aquí.

— Posted on agosto 29, 2014 at 11:42 pm by

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Comments (2)

  1. juan miguel lopez Reply

    agosto 30, 2014 at 12:53 am

    Pues yo de metido nada mas, jejejeje me parece interesante el artículo, creo que es muy acertado sobre todo para la aplicación de elementos que le competen a la arquitectura de interiores, como el diseño de exposiciones, stands, kioskos, el visual merchandising y hasta el diseño de algunos eventos que es un área que se puede explorar como diseñadores; en la parte del visual merchandising, sobre todo el diseño de vitrinas hay un campo muy interesante que se le ha puesto atención en estos años y considero que se puede llevar a otro nivel.

    muy bien y muy acertado, Arqui. Tobar

    1. Editorial ESTUDIO VIDA Reply

      agosto 30, 2014 at 1:07 am

      Gracias por el comentario Juan, esa es la gracia, que compartamos opiniones.

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